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Penales: Experto USM opina sobre el papel del azar y la técnica en la eliminación de la Selección

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Alfonso Zerwekh, Director del Departamento de Física del Plantel, analiza los factores involucrados a la hora de definir un partido a través de esta instancia.

 

Tras el dramático partido que significó la despedida de la Selección Chilena del Mundial, al caer en octavos de final frente a Brasil, quedó dando vueltas en el aire la afirmación sostenida por varios comentaristas deportivos respecto a la “lotería” que significa definir un partido de fútbol a través de los penales.

Para Alfonso Zerwekh, Director del Departamento de Física de la Universidad Técnica Federico Santa María, su área de especialización tiene mucho que decir al respecto. “Hay mucho de física en cualquier penal o lanzamiento de pelota detenida”, afirma. “Un ejemplo es que dependiendo de la forma como el jugador golpea el balón, lo puede hacer girar y cambiar su trayectoria. Es lo que popularmente se conoce comochanfle, que es a fin de cuentas la interacción entre la pelota y el aire”.

El académico rememora el famoso gol por lanzamiento de pelota detenida ejecutado por el brasileño Roberto Carlos en un encuentro amistoso contra Francia, jugado en Lyon, en 1997. “La pelota tuvo un efecto muy extraño, un movimiento de zigzag luego de esquivar la barrera, que engañó al portero. Fue muy afortunado, porque estaban las condiciones de humedad y temperatura del aire para que la pelota, muy bien ejecutada por el jugador, tuviera una trayectoria poco común en otros ambientes y condiciones”.

¿Qué ocurrió en Brasil el sábado pasado? “El calor y la humedad cambian propiedades de viscosidad y resistencia del aire, lo que complementa la velocidad y rotación que imprime el jugador a la pelota”, asevera el experto. “Por eso no es lo mismo tampoco jugar en mayor o menor altura sobre el nivel del mar”.

Incluso la textura del balón puede ser clave; en Sudáfrica 2010, fue muy criticada la pelota utilizada, extremadamente lisa, lo que le otorgaba a veces trayectorias impredecibles. Una elección que fue corregida en Brasil 2014.

Cuestión de reacción

Los tiempos de reacción son otro factor primordial. “Las señales nerviosas viajan por el cuerpo humano a velocidad finita, y los músculos responden a una velocidad del mismo tipo. Eso determina cuánto tarda el portero en moverse”, explica. “El arquero debe enfrentar el hecho de que el balón recorre una distancia bastante corta para la velocidad inicial que le imprime quien patea, y eso hay que compararlo con su tiempo de reacción. Es una ventaja entonces siempre para el ejecutante”.

A pesar de esto, opina que en el caso de Brasil y Chile, el portero Julio César lo hizo mejor. “Él confió en su experiencia y capacidad, mientras que Claudio Bravo optó por tratar de adivinar”, sentencia. “El brasileño se forzó a sí mismo a tener tiempos de reacción muy breves”.

El ejecutante, por su parte, además de imprimir velocidad a la pelota, debe escoger los ángulos para que pueda entrar en el pórtico. Si bien todo esto responde a la técnica, las condiciones en un estadio con miles de personas y en una instancia como los octavos de final de un Mundial, son absolutamente distintas a un laboratorio. “Esa ejecución de un penal no es exactamente un ambiente controlado y entonces no solo influyen los aspectos técnicos, sino también los emocionales. Es ese elemento humano el que convierte al fútbol en algo tan entretenido, finalmente”, puntualiza.