Desde la Obertura hasta el cierre les entregaré mi opinión sobre la quincuagésima segunda versión del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, no desde la Quinta Vergara como mis compañeros, sino desde la pantalla, tal cual ustedes lo ven.
Primera Noche
Obertura: Distinto a todo lo tradicionalmente visto en las oberturas festivaleras, con Carmina Burana bajo la Orquesta Sinfónica de Chile, la duración del show fue muy corto cerca de 4 minutos, donde todo fue muy poco claro. Si bien se esperaba una mención de los grande sucesos del 2010 y un nexo con la versión 51ª del festival, nos encontramos de frentón con un niño sobre un costado de la quinta Vergara que resultó ser el Zafrada. Víctor Díaz hizo playback para interpretar una estrofa del “caballito blanco”, para pedir que lo devolvieran a su tierra (podrían haber colocado la pista de Zafrada con su foto en la pantalla gigante, para lograr el mismo efecto). Luego lo acompañó Martina Maturana, la niña del Gong sin su Gong, una niña que salió desde un costado del escenario para no hacer nada (Muy pocos se enteraron que era la niña del “Gong”). Para cerrar, la presentación de Luis Veliz cantante del programa Talento Chileno de CHV. Este joven tenor que impacta con su voz, fue tapado por el sonido de la orquesta que no dejo lucir su voz en todo su esplendor, sin mencionar que también estaba haciendo playback. La entrada de los animadores fue ágil, estaban muy nerviosos y pauteados saludaron y fueron 10 minutos de comerciales (el doble de la apertura).
Al regreso de comerciales y antes de la presentación de Roberto Carlos el público tradicionalmente coreó el beso y se produjo un beso en los labios por parte de los animadores.
Roberto Carlos: Grande, sólido, excelente, como si hubiese colocado un DVD de sus presentaciones anteriores.
Jurado: Mal, parece teleserie mucha gente que no tiene idea de música ni está relacionada con las tradiciones ni el folklore. Quizas trataron de ahorrar dinero en jurados o liberar más palcos para la venta. La forma de votación no me parece transparente y pésima ejecución ya que la primera canción no tuvo votación y las votaciones no se muestran al monstruo.
Competencia Internacional y Folklórica: Muy mala elección de canciones, el intérprete de Chile estuvo pésimo, en la previa había escuchado el demo y sonaba mejor más afinado y con más ritmo. La canción chilena folklórica y las incorporaciones de los ballets en las distintas canciones más que acompañar distrae la atención de la voz. Además que puede jugar a favor en el caso que una canción mala pero movida tenga una coreografía maravillosa, sobre todo cuando hay dos actores de jurado.
Dino Gordillo: Pésimo, la peor presentación del gordo en la Quinta, siendo el artista que más presentaciones tiene sobre Viña del Mar, en esta 52ª versión se notó nervioso y con pánico escénico, lento, con pausas eternas, silencios, risas forzadas y chistes repetidos. Sólo tres chistes nuevos de los cuales yo no sabía los remates. El público no exigió los premios y Rafael Araneda le salvó la noche. Un descaro que diga que el 40% de su presentación era nueva, después de 5 presentaciones en la Quinta Vergara y la del Huaso 2010, se necesita una nueva rutina.
Yuri: Su trayectoria le salvó la noche, sandia calada, un éxito tras otro. Sólo interpretó dos temas nuevos, los más conocidos, no se puede hacer una crítica sobre la nueva Yuri, un show muy bien planificado. A pesar de salir pasadas las 2 AM, el público disfrutó, bailó y coreó sus canciones. Sencillamente una gran noche hasta que subió lo que quedó de Aleste, fue PATÉTICO, no se relacionaba con su show ni con su carrera profesional, simplemente con la vida íntima. Además Rodrigo Espinoza no canta nada, Alfredo Alonso mmmm… Alfredo Alonso.
La gaviota llegó a sus manos a las 3.30, interpretando la Maldita Primavera, canción con la cual se dio termino a las transmisiones televisivas.
Hay que recalcar que lo peor de la noche fue lo de Aleste, es como un capricho personal de Yuri al cual nadie le importó, quizás la canción era buena y pegajosa, pero el tipo ya no canta nada. Al empezar la canción era para morirse, de la risa y de pena, aparte se notaba descaradamente el playback, y Alfredo Alonso solo se presentó para que digan que fue Aleste a la Quinta, y no solo el marido de Yuri.
Lo del Dino fue aun más patetico, más careraja que patético, solo eso.