Con un sold out absoluto, más de 60.000 personas vibraron con el espectáculo más grande de su carrera en el Estadio Riyadh Air Metropolitano de Madrid.
60 personas sobre escenario, 800 aparatos de iluminación, una torre audiovisual de 28 mts de altura, más de 1.200 metros cuadrados de pantallas LED y mucho más convierten este show en la producción más grande jamás vista para una artista española.
El show tuvo grandes invitados como Tini, Paulo Londra, Belén Aguilera y José Del Tomate.
Lola Índigo ha hecho historia. Con su espectáculo más ambicioso hasta la fecha, la artista española conquistó el Estadio Riyadh Air Metropolitano de Madrid ante 65.000 personas que corearon cada una de sus canciones. Un despliegue técnico sin precedentes y una narrativa artística impecable convirtieron la noche en un hito dentro de la música en directo nacional.
La propuesta se dividió en tres actos que recorren su evolución artística: la bruja, la niña y el dragón. Cada capítulo fue una declaración de intenciones, un viaje emocional y visual que repasó sus cuatro trabajos discográficos con colaboraciones estelares, coreografías apoteósicas, un cuidado vestuario y una puesta en escena al nivel de los grandes espectáculos internacionales.

El espectáculo abrió con una sorpresa: Ya No Quiero Ná, la canción que habitualmente cierra sus shows y que fue el primer lanzamiento oficial de Mimi como Lola Índigo. Con este gesto, la artista quiso rendir homenaje al inicio de su carrera, al álbum con el que se encontró a sí misma artísticamente y marcó el nacimiento de su alter ego. La energía fue inmediata, envolviendo al público en una atmósfera brujil y poderosa.
Uno de los momentos más emocionantes de este bloque fue el tributo a sus raíces: GRX, un homenaje a Granada. Sobre el escenario se recreó un auténtico tablao flamenco, en el que participó como invitado especial el guitarrista José del Tomate, fusionando tradición y modernidad en una actuación profundamente emotiva e íntima.

¡Un espectáculo de otro nivel!
La magnitud del montaje refuerza el estatus de Lola Índigo como una de las artistas más relevantes del panorama musical actual. Con más de 60 personas en escena, 1.200 metros cuadrados de pantallas LED y una torre audiovisual de 28 metros —la más alta jamás montada por un artista español—, este show, el cual ha involucrado a más de 2.000 trabajadores, ha redefinido los estándares de producción en el país.
El sonido, diseñado a medida, y una iluminación con 800 dispositivos de última generación, ofrecieron una experiencia inmersiva real de 270 grados, pensada para abrazar a cada espectador desde cualquier punto del estadio. Todo ello con una clara apuesta por la sostenibilidad y eficiencia.
El público, entregado desde el primer minuto, convirtió el estadio en un solo coro durante casi tres horas. Cada canción fue coreada, cada coreografía celebrada, consolidando a Lola Índigo como una figura imprescindible del pop urbano español.
La bruja, la niña y el dragón ya no son solo personajes: son símbolos de una artista que ha sabido reinventarse, crecer y brillar como nunca.
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