Asombrados. Así se encuentran los organizadores de la segunda versión en Chile de la Hora del Código tras conocer la cifra oficial de los participantes de este año, la que logró superar con creces las estimaciones iniciales. Si en 2015 el número de niños estuvo cerca de los 25 mil, en esta edición la cifra saltó a más de 200 mil y profesores de todo el país enviaron fotografías, videos y felicitaciones por lo valiosa de la actividad.
La estrategia que llevó adelante la fundación Kodea – organización sin fines de lucro que busca la inclusión tecnológica y que coordina la campaña en Chile- en conjunto con UCorp y la Subsecretaria de Economía, fue instalar una campaña colaborativa y abierta, cuyo foco era lograr que los profesores asumieran el desafío de hacer una Hora del Código con sus alumnos y -sobre todo- contar con el apoyo de un centenar de instituciones públicas y privadas, educacionales y empresariales, que apoyaran con eventos y actividades de promoción en todo el país. El foco fue posicionar la idea de que es fundamental que los niños desarrollen el pensamiento computacional y aprendan a programar, como una competencia fundamental para desenvolverse en el siglo XXI.
Desde la Teletón, destacaron que para ellos la campaña ayuda a derribar mitos sobre la discapacidad. Según el doctor Bruno Camaggi de Teletón Antofagasta, “los niños y niñas que participaron se encuentran en situación de discapacidad, motora o cognitiva y a pesar de ello pudieron trabajar y concretar 81 líneas de código en promedio. Esperamos podemos repetirlo próximamente”.
También se destacó como clave la colaboración del programa Enlaces de Ministerio de Educación que con su activa participación ayudó al enrolamiento masivo de los más de 1.700 colegios distribuidos en 275 comunas de todo el país. La organización desarrolló y distribuyó material de apoyo y sensibilización para niños, padres y profesores además de desarrollar una mediática y entretenida campaña comunicacional en la que se sumaron personalidades del mundo de la innovación, el emprendimiento, artistas, deportistas y líderes de opinión que invitaban a participar de la Hora del Código.
Para la directora ejecutiva de la fundación Kodea, Mónica Retamal, este éxito demuestra que existe la capacidad y las ganas de los profesores y el interés y la infraestructura técnica para que Chile lidere un cambio en la educación. “Necesitamos que nuestros niños aceleran su inmersión en las llamadas competencias del siglo XXI en donde la programación y el pensamiento computacional son claves”.
Además agrega, “Esto es un buen comienzo, nuestra idea fuerza es todos podemos programar ha quedado más que demostrada. Cuando decimos todos, nos referimos a que Arica fue la ciudad que mayor convocatoria tuvo; que a nuestras capacitaciones regionales llegaban docentes de grandes establecimientos y de escuelas muy pequeñas que hicieron la Hora del Código Off line; que la hora del código fue dirigida por profesores, ingenieros, educadoras de párvulos, diseñadores, periodistas, tratándose de un esfuerzo multidisciplinario; que tuvimos igualdad de género; y que participaron instituciones como la Teletón y escuelas para niños y niñas con necesidades especiales. Todo esto nos llena de orgullo porque claramente logramos ser inclusivos”.
Para la subsecretaria de Economía, Natalia Piergentili «Una economía digital potente necesita de chilenos y chilenas capaces de aprovechar todo el potencial de las tecnologías para innovar y emprender, para exportar productos y servicios con mayor valor. Aquello traerá aparejado, crecimiento, mayores ingresos, mejores trabajos para todos y todas. Chile puede seguir liderando el desarrollo de tecnológico de la región si somos capaces de aumentar la cantidad y calidad de los profesionales y técnicos en tecnología. Competencias clave, como saber programar ya no son opcionales ni especializadas, son una forma básica de interactuar y comunicarse, y serán determinantes asegurar el desarrollo económico del futuro».
En el mundo
Otros países ya han comenzado a incluir la programación como un área de conocimiento en los currículum escolar. Así por ejemplo, Inglaterra incluyó la enseñanza de las ciencias computacionales desde el año 2014. Dinamarca y Alemania ya han comenzado a avanzar en la misma línea. A nivel latinoamericano, Argentina ya declaró que la enseñanza y aprendizaje de la programación era de importancia estratégica, por lo que ha sido incluida como una materia obligatoria a enseñar en los colegios del país trasandino.
El proyecto Hora del Código 2016, fue financiado con fondos CORFO, apoyado por Tata Consultancy Services, Nisum, Nic, Platzi, VTR, Condorito, Universidad de Talca, Universidad de Chile, Microsoft, Cooperativa y Metro de Santiago.
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